Al comprar o especificar suelos laminados comerciales, es fundamental tener en cuenta la idoneidad del producto para su uso o ámbito previsto. La clasificación aceptada a nivel internacional relativa a la durabilidad de los suelos laminados es el criterio de abrasión o “AC” (por sus siglas en inglés). Las clasificaciones AC para suelos laminados miden la resistencia al desgaste y en un principio designaban niveles de entre AC1 y AC5. Los niveles excepcionalmente altos de los suelos laminados de Pergo exigieron la creación de una clasificación superior: el nivel de resistencia AC6 para usos comerciales de suelos muy transitados.
Para determinar la clasificación AC, es fundamental el método de prueba Taber, que mide la abrasión necesaria para desgastar la capa superior de un suelo laminado.
Para definir los ámbitos de uso, también se incluye una prueba de caída que determina el criterio de impacto o “IC” (por sus siglas en inglés).
Las clasificaciones se dividen en su idoneidad para usos residenciales o comerciales.